miércoles, 27 de agosto de 2014

Capítulo 6: El sillón marrón

- ¿Cómo se encuentra, señor Fuentes?
- Mejor.
- En nuestro último encuentro no tuvimos tiempo de hablar sobre su trabajo.
- ¿Qué trabajo? Estoy jubilado.
- Exactamente. ¿Y cómo se siente al respecto?
- ¿Que cómo me siento? Perfectamente; mi mujer me dejó, me he jubilado, no soy capaz de salir de casa, tengo depresión y cada día hago un tipo de té diferente. Estoy perfectamente.
- Hablemos de lo de no ser capaz de salir de casa.
- Me diagnosticaron agorafobia hace un año.
- ¿Y cómo te sientes al respecto?
Pedro arqueó una ceja.
- Mal.
- Entiendo. Intentaremos una cosa para solucionar eso: Saldremos al porche.
- ¿Qué? No.
- Solo un pasito. Será como mirar por la ventana pero con aire fresco. Vamos.
Pedro vaciló durante un rato. Se quedó sentado en la silla mirando fijamente la puerta.
- Yo...
- Vamos.
Se puso en pie con desgana y caminó lentamente hacia la salida. Giró el pomo y abrió la puerta.
- Vale hasta aquí llego.
- Por favor, da un paso. Solo uno.
- Ni hablar.
- Vamos...- suplicó el psicólogo.
- ¿Sólo uno?
- Solo uno.
Levantó un pie pero lo dejó suspendido en el aire.
- Un poco más...-susurró su acompañante.
Balanceó el pie y lo apoyó suavemente en el exterior.
- Ya casi...
Se disponía a levantar el otro pie cuando un perro ladró.
- ¡No puedo hacer esto!
Y salió corriendo hacia el salón. El psicólogo dejó caer su cabeza contra el marco de la puerta. Suspiró para tranquilizarse y se dirigió a la posición de Pedro.
- Ya casi lo tenías, Fuentes.
Pedro se desplomó en su sillón y cerró los ojos.
- ¿Es un sillón nuevo?
- Lo compré hace unos meses.
- ¿Fuiste a la tienda?
Fuentes abrió los ojos y giró la cabeza hacia el doctor.
- Internet.
- Me gusta el color.
- Creo que la sesión ha acabado.
- Me temo que sí. Pero antes, quiero ponerle deberes.
- ¿Tengo pinta de estudiante?
- Escúcheme un segundo. Lo que voy a pedirle es sencillo y a la vez complicado. He podido contemplar que usted tiene una silla mecedora en el porche.
- Así es.
- Bien, pues quiero que la use.
- No creo que...
- Para la semana que viene, en nuestra próxima sesión, quiero que me reciba sentado en esa silla.
Pedro abrió los ojos como platos y empezó a reir.
- No es cosa de broma señor Fuentes. Creo que le sentará bien. Hágalo como le parezca mejor, pero el martes que viene le quiero sentado en esa silla. Que tenga un buen día.
Tras irse Pedro se dirigió a la cocina.
- Que tenga un buen día.- digo en todo de burla.
Giró la cabeza hacia la derecha y miró por la ventana.
- Ojalá pudiera hacer lo que me pide, doctor.

~ Continuará...

martes, 26 de agosto de 2014

Capítulo 5: Clara Muñoz

Lara se puso el despertador a las seis y media, como le había indicado su madre el día anterior. A pesar de estar en contra de madrugar, decidió hacerle un favor a su madre para no darle más preocupaciones de las que ya tenia. Se vistió deprisa, se hizo una coleta despeinada y se puso sus viejas "converse" viejas y rotas que hacían juego con su mochila "converse" también vieja y también rota. No era lo más elegante para asistir a un debate, pero era lo que tenía.
- ¡Lara, a desayunar!
La voz de su madre retumbó por todo el apartamento.
- ¡Ya voy!
Caminaba despacio, arrastrando los pies.
- ...pero si tenemos en cuenta que la modificación genética es...
- ¡Lara!
- ¡Que ya voy!
Arrugó las hojas, aceleró el paso, y cuando llegó a la cocina cogió dos tostadas y bebió un sorbo de chocolate caliente. Acto seguido, ya se estaba despidiendo de su madre para salir por la puerta.
-¡Adiós, mamá! ¡Adiós, enano!
Lara tenía un plan. No volvería a llegar tarde nunca más. A pesar de que le molestara, fue al guardamuebles de su padre y cogió su vieja bicicleta.
- Así, iré mucho más rápido.- Y salió a toda prisa calle abajo.
Al llegar, dejó atada la bicicleta y revisó su reloj.
- ¡Já! Tres minutos antes.
Pero al entrar a clase, todo el mundo estaba sentado en su respectivo pupitre.
- Llega usted tarde, señorita.
- P...pero...
- Siéntese, señorita Garcés.
Y con todo el sudor que pudo acumular, Lara se sentó despacio, rezando para que no le tocara debatir.
- De acuerdo. Chicos, como ya sabéis, el tema de hoy es "La modificación genética". En la clase anterior, formamos dos grupos: a favor y en contra. Y como hoy me he levantado de buen humor, dejaré que vosotros elijais vuestro representante.
Y una mano se alzó apresuradamente.
- ¡Yo, señor! Grupo a favor.
- Bien hecho, señorita Muñoz. Ahora necesitamos a alguien del grupo en contra. ¿Alguien se atreve? ¿No? Vaya, que decepción. De acuerdo. Vamos a ver...- se colocó sus gafas de leer sobre la nariz.- Garcés, Lara. ¿Podrías acercarte y deleitarnos con tu melodiosa voz?
- Emm...
- ¿Ha realizado el ejercicio?
- Sí, por supuerto, pero...
- Entonces explícanos.
Lara vaciló un instante.
- Vamos, hija, que se hace de noche. Empieza el grupo a favor.
Clara Muñoz se aclaró la garganta y comenzó.
- La modificación genética, también conocida como manipulación genética, supone una gran ventaja para los seres vivos. Si ponemos el ejemplo de los humanos, desde el proyecto "Genoma Humano" ( en el cual se pudo descubrir todos los secretos de la información genética de las personas) la manipulación genética ha avanzado hasta tal punto de combatir enfermedades, incluyendo a los no-natos, que es lo que llamamos "Manipulación genética prenatal".
- Vas muy bien, Muñoz, continúa. Pero resúmelo un poco.
- Pues bien, respecto a los vegetales, encontramos que ha habido notables progresos en referencia a la eliminación de insectos y/o plagas en los cultivos. En el resto de animales ocurre que se busca el máximo beneficio para el ser humano. Crear especies más unificadas y más eficaces para el hombre. Gracias.
- Eso ha estado pero que muy bien, Muñoz.
La euforia forzada comenzó tras estas últimas palabras. Dos chicos se levantaron de sus asientos y comenzaron a gritar.
- ¡Suficiente, animalitos de Dios! Podéis sentaros. Aquí o en el pasillo. Lo dejo a vuestra elección. Lara Garcés. Te toca. Grupo en contra. A ver que tienes preparado.
- Pues, veréis...- miró su papel con nerviosismo. Su mano izquierda comenzaba a temblar.
- Garcés, olvídese del papel y exponga su opinion de una buena vez.
Lara estaba apunto de explotar. Ya había sentido este tipo de presión antes, pero no tan intensamente.
Uno de los chicos que se había levantado anteriormente hizo un sonido imitando al de la gallina. Y Lara explotó.
- Primero de todo quería decir que modificar genéticamente a un animal es verdaderamente inútil. ¿Eficaz para el hombre? Por favor, un pato es un pato. Y el huevo del pato es un huevo de pato. Es evidente que si lo modificas saldrá diferente. ¿Pero qué es lo que queremos? ¿Acaso deseáis tener patos bionicos rondando por las calles o algo similar?
- Nunca he hablado de patos.- interrumpió Clara.
-¡No he acabado!- dijo agresivamente.- Vegetales. ¡Vegetales! Sí, admito que puede hacer que los insectos desaparezcan pero baja muchísimo la calidad de los productos. ¿Alguien recuerda de verdad a qué sabe un tomate? Probablemente nuestros abuelos, sí. Además de que afecta a nuestra salud a largo plazo. Que también se aplica a modificar humanos. ¿Qué estamos haciendo? La naturaleza es sabia. E hizo las cosas de una cierta manera. Nadie nos dio el permiso para desordenar todo lo que se ha creado en este mundo. ¿Que qué es la modificación genética? Científicos jugando a ser Dios. Gracias.
El único que aplaudia era el profesor.
-Y por cierto, - empezó mirando al chico de la segunda fila.- si vas a imitar a una gallina, tendrás que practicar un poco más.
- No ha estado nada mal, Garcés, nada mal. Te felicito.
Lara se sonrojó y respiró aliviada.
- Y por último, chicos, quiero recordaros, como buen tutor vuestro que soy, que la semana que viene tenéis una excursión al museo "Frederic Marès"...
- ¿Ese medieval?- perguntó un alumno.
- Ese medieval. Así que, por favor, todo el mundo el martes a las ocho en punto en el patio del recreo para hacer recuento. Sed buenos y no os metáis en líos.
Sonó la campana para el cambió de clase y segundos más tarde Clara se acercó a Lara.
- Ha estado bien el debate ¿no crees?
- Sí... ha sido... intenso.
- Ya lo creo. Un consejo; en tu próximo debate no te pongas a gritar como una neurótica ¿vale?
Y se alejó riendose a más no poder.

~ Continuará...

jueves, 14 de agosto de 2014

¿Me han...Nominado?

Hace un momento recibí una notificacion de Dream Catcher que decia que la habían nominado. Pensé que sería bueno hacerlo yo también, ya que empecé el blog a saco sin presentarme ni nada, y pido perdón por ello. :S Quiero darle las gracias a esta gran amiga por hacer esto. Es una gran oportunidad para darme a conocer y la verdad es que no se me había ocurrido la idea de hacer un cuestionario. Al final del post os dejo la URL de Dream Catcher para que le hechéis un ojo, seguro que os gusta! ;) ALLÁ VAMOS!

NORMAS:

-Agradecer al blog que te nominó y seguirlo.
-Responder sus once preguntas.
-Nominar 11 blogs con menos de 200 seguidores.
-Avisarles.
-Realizar 11 preguntas a los nominados.
Y aquí estan las preguntas y sus respectivas respuestas:
1)¿Qué libro estas leyendo/has leído este verano?
La saga completa de <Los secretos del inmortal Nicolas Flamel> de Michael Scott. Os lo recomiendo, son muy buenos... si os gustan las aventuras, la magia y el misterio.
 
2)¿Cual es tu prenda de ropa preferida?
Vaqueros, ¡SIEMPRE! Cómodos, prácticos y si se combinan bien pueden ser elegantes. La prenda perfecta.
 
3)¿Qué idioma te gustaría hablar/ hablas a la perfección?
Sé que es un topicazo pero, quiero hablar inglés igual de bien que el castellano.
 
4)¿Cuales son tus tres películas favoritas?
Uff, esta es una pregunta difícil y la verdad es que me ha costado responderla. Pero diré que: "Mamma Mía", "Al encuentro de Mr. Banks", y cualquiera de Aghata Christie. (sé que son libros, pero no he tenido oportunidad de leerlos)
 
5)¿A que te gustaría dedicarte?
¡Genética! Ciencia. Química. Me gustan las cosas que hacen "chup, chup" ^^
 
6)¿Qué colonia usas?
"Cheek to Cheek", aunque no suelo ponerme colonia :S
 
7)¿ A dónde te gustaría viajar?
Irlanda es mi objetivo más próximo. Me encanta. Me enamoré de Irlanda hace unos años y desde entonces no me la saco de la cabeza.
 
8)¿Cuál es tu hobbie?
Bueno, pues, toco el violín y canto en un coro.
 
9)¿Cuál es tu sabor de helado preferido?
Esta es realmente la pregunta más complicada. ¡Me gustan todos los helados! Pero como estoy obligada a elegir digo que el de "Pitufo" XD
 
10)¿Qué es lo mejor de ser blogger?
Opino que lo mejor es que puedes ser como realmente eres, puedes escribir lo que opinas y lo que te gusta, porque siempre habrá alguien que sea parecido a ti y que comparta tus ideas y eso es realmente satisfactorio.
 
11) ¿Qué es para ti lo mejor del verano?
El hecho de no hacer nada. jajaja. Relajarse. Tener tiemppo para hacer lo que te gusta sin preocuparte por las obligaciones diarias.
Y bueno, hasta aquí llego con mis respuestas. Estas son mis preguntas:
1. ¿Cuál es tu color favorito?
2. ¿Tienes alguna muletilla? (Si es así, ¿cuál es?)
3. ¿Qué palabra te describe mejor?
4. ¿Cuál es tu día favorito de la semana?
5. ¿Coleccionas algún tipo de objeto?
6. ¿Eres de los que sale de fiesta siempre, o prefieres quedarte en casita?
7. ¿Eres supersticioso/a?
8. ¿Qué es lo que más te hace feliz?
9. ¿Te has roto algún hueso?
10. ¿Cuál fue tu juguete favorito de la infancia?
11. ¿Cuál es tu estilo de música? (si no tienes uno definido, puedes decir todos los que te gustes, si te apetece...)
Y bueno no sé a quién nominar porque, realmente no conozco a nadie



 

martes, 12 de agosto de 2014

Capítulo 4: Sonríe y asiente.

Ana estaba detrás de la barra limpiando la encimera mientras su compañera, Carolina, atendía a la mesa seis.
Todos los días, a la misma hora, la misma pareja de abogados, se sentaba en la misma mesa, para tomar el mismo café y dejar la misma propina. Si alguien estaba sentado en esa mesa al momento de su llegada, la mujer inmediatamente conseguía hacerle trasladar hacia otro lugar.
Carolina suspiró, rezó para sus adentros y preguntó:
- ¿Qué desean?
- Voy a obviar la respuesta.- respondió el hombre.
- ¿Dos cafés?
- Y rapidito.
Ella se dio la vuelta y repetia: "Sonríe y asiente, sonríe y asiente."
- ¿Otra vez esos estirados, eh?- le preguntó Ana.
- Voy a obviar la respuesta.
Las dos se rieron a lo bajini.
En ese preciso instante entró una mujer. Era alta, esbelta, misteriosa. A Ana le cambió el rostró bruscamente.
- La madre que la...
- ¡Ana!
- ¡Lo siento! Pero es que está aquí la de los servicios sociales.- añadió en susurros.- ¿Puedes encargarte de los "Miranda"?
- Vale, pero algún día me explicarás por qué los llamas "los Miranda".
- Simplemente porque a parte de ser unos estirados, son bastante fisgones.
- Ah, porque Miranda viene de mirar.
Ana aplaudió sarcásticamente y fue directa a hablar con la señora.
- Ana, tenemos que hablar.
"Sonríe y asiente, sonríe y asiente."
- La policía ha inspeccionado el coche de tus padres y...
- ¿Saben quien causó el accidente?
- No. No es eso. Encontraron una llave con tu nombre en la chaqueta de tu padre.
- Una llave. ¿Una llave? ¿Para qué quiero yo una llave?
- No lo sé. Te la he traído para que lo averigües. Toma.
Ana cogió la bolsita de plástico que contenía dicho objeto y arqueó las cejas.
- No tengo ni la más remota idea de lo que es esto.
- En todo caso, quédatela. Algo tiene que significar.
- Está bien. Bueno, tengo trabajo.
Su casa estaba solo a la vuelta de la esquina, así que se dirigió hacia la puerta y se dispuso a a salir.
Al llegar al piso, vio que su tía no estaba. Era evidente que su prima tampoco. Aprovecho, la situación y se puso a buscar cualquier cosa que hiciera referencia a la llave. Un armario, quizás. Un cajón, una puerta, una caja, algo.
Nada. No encontró absolutamente nada. Todo en aquella casa estaba abierto y no tenía secretos.
Dejó la llave bajo su almohada y corrió edificio abajo para que no notaran su ausencia en la cafetería.
Al atravesar el umbral de la puerta obsevó como Carolina ya se estaba poniendo morada de la rabia.
- A ver, señora. Su marido me dijo que le trajera lo de siempre. Y como lo de siempre son dos cafés, pues he traído dos cafés.
- Sí, pero este café no nos gusta.
Ana fue a su rescate, cogió las tazas, aún llenas de café, y dijo entre dientes:
-Sonríe y asiente, sonríe y asiente.

viernes, 1 de agosto de 2014

Capítulo 3: Acariciando el suelo

-¡Vamos, vamos, vamos!- gritaba el entrenador.- ¡No puedo creer que seais tan lentos!
Dani siempre había querido decirle unas cuantas cosas a su entrenador, pero su madre ya le había advertido de que debería controlarse. Decidió callar y seguir patinando. "¿Por qué los patines tendran cuatro ruedas? La forma del palo es rara... Ni siquiera sé donde está el disco..."
Y en ese instante en el que Dani divagaba se sintió un golpe que resonó por todo el pavellón. Dani se chocó contra una de las paredes.
- ¡Por favor, Hernández! ¡No es momento para besar el muro! ¡Ya tendrás tiempo más tarde!
Dani se sacudió el polvo de la pared de yeso y siguió dando vueltas en círculos. A la vuelta treinta mas o menos, uno de sus compañeros, Carlos Rai, decidió que sería una buena idea gastar una broma. Así que se preparó, cogió velocidad y salió disparado hacia Dani. El corpulento cuerpo de Carlos embistió contra Daniel, que cayó al suelo a unos metros y siguió viaje acariciando el suelo. Cuando quiso darse cuenta, ya estaba en medio de la pista. Un concurso de risotadas empezó por toda la pista. Hasta el entrenador empezó a reirse. Un compañero dijo:
- Ei, enclenque, ¿Cómo te va?
Y otro contestó:
- ¡Es ENCLENQUERNANDEZ!
Y las risas aumentaron.
Dani se levantó y patinó como pudo hasta la salida de la pista. Tiró el "stick" hacia un lado y entró en los vestuarios. El entrenador entró segundos más tarde.
- ¿Estás bien, muchacho?
- Sí.
- No te desanimes, Hernandez.
- El "hockey" no es para mi.
- Ya encontrarás algo que sea para ti.
- ¿Puedo desapuntarme?
- Por supuesto. Ve, cámbiate y ven al despacho.
Una vez en el despacho rellenaron todos los papeles correspondientes para que Dani fuese libre y seguidamente llamó a su hermana.
Ésta vino a recogerlo en coche.
- ¿Lo has dejado?- preguntó su hermana.
- Claudia, ¿como sabes que lo he dejado?
- Ah, no lo sabía. Ahora lo sé. ¿Qué es lo que pasa, Dani? Ya has dejado varios deportes en estas dos semanas. ¿No quieres probar con algo que no tenga que ver con jugar? Podrías probar el arte, la música, la pintura... Podría venirte bien.
- Vamos a casa.- esa fue su única respuesta.
Al llegar a su casa, corrió hacia la habitación y se cerró con llave.
- Ha tenido un día duro.- le dijo Claudia a su madre.
- ¿Lo ha dejado?
- Me temo que si.

Daniel se sentó en su cama, puso la música a todo volumen y se dedicó a mirar el techo. "Odio el hockey. Y el fútbol. Y el balonmano. Y también el tenis."
- Nunca encontraré algo que me guste de verdad.- dijo en voz alta.

                                                                      ~Continuará...